"Mari la de La Reboria" y Antón Gonález Faza, Paisanos del Año de Piloña

El viernes, 4 de octubre, recibirán un homenaje en Infiesto, durante el pregón del Festival de la Avellana.
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photo_camera Ana María Melendi y Antón González Faza, Paisanos del Año de Piloña.

A Ana María Melendi Garcedo la conoce todo el mundo como “Mari, la de La Reboria”, el restaurante de la carretera Nacional 634, a un kilómetro escaso de Infiesto, que regentó con su marido, Benito, y donde estuvo al frente de la cocina hasta no hace tanto. Ahora son la segunda generación, sus hijos, los que llevan el negocio.

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Ana María Melendi, en  La Reboria.

Esta guisandera, natural de Sotrondio pero de raíces piloñesas (de Areñes, para más señas), será homenajeada el próximo viernes, en Infiesto, como Paisana del Año.

Ana María, de 85 años de edad, y superado un ictus, se deja ver a diario por La Reboria, el negocio donde pasó la mayor parte de su vida, atendiendo a una legión de clientes, porque La Reboria era uno de aquellos restaurantes de parada obligatoria cuando no había autovía en el Oriente de Asturias. «Muchos de los clientes habituales hoy son amigos», apunta Ana María, que no se amilana a la hora de expresarse, a pesar las secuelas del ictus. Lo mismo que si hay que echar alguna riña en la cocina la echa o ayuda pelando alguna que otra patata.

Antonio González Faza

El Paisano del Año de Piloña tiene 93 años –nació el 2 de febrero de 1931– y hace tan solo unos meses enviudó por segunda vez. Antonio González Faza vive ahora en Villamayor con una de sus hijas, aunque se crió y pasó la mayor parte de su vida en Espinaréu, un pueblu que se parece pocu al que él conoció de rapaz. «Ahora solo queda gente mayor, no creo que haya ni una moza, pero no en Espinaréu, sino en toda la rodeada. Antes había rapaces, mozos, moces... Los pueblos se acaban», se lamenta Antón, añorando aquellos años mozos, cuando cortejaba.

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Antonio González Faza, en Villamayor (Piloña).

Como muchos de la zona hizo la mili en Valladolid, en «Artillería 26», apunta, y a la vuelta trabajó en el campu, de albañil... y de lo que hiciera falta, porque la receta para superar los noventa años la tiene clara: «trabayar muchu y comer pocu», ahí es nada.

El viernes, junto con Ana María Melendi, será homenajeado, muy merecidamente, como Paisano del Año de Piloña.